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Por qué un médico naturópata recomienda el uso de un agente de limpieza de frutas y verduras

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¿Cuáles son los contaminantes frecuentes de los alimentos?

Es posible que no pensemos en ello porque no podemos ver, saborear ni observar los contaminantes de los alimentos, pero muchos de ellos, sobre todo las frutas y verduras, pueden tener elementos no deseados. 

Contaminantes químicos

La contaminación química es la categoría más común de contaminantes de los alimentos. Estas sustancias químicas generan preocupación cuando están presentes en los alimentos o en cantidades que superan los límites de toxicidad.

Los contaminantes químicos proceden de muchas fuentes, como el suelo, los pesticidas, los plásticos, el aire, el agua, los metales y el material de envasado. Los contaminantes químicos pueden relacionarse con las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Entre 2009 y 2010, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se registraron 1527 casos de enfermedades transmitidas por los alimentos. Estos brotes provocan enfermedades y problemas gastrointestinales. El procesamiento de frutas y verduras desde la granja hasta la mesa lleva mucho tiempo, y esto puede contribuir a las enfermedades. El transporte de los alimentos, la cosecha, el almacenamiento o la contaminación intencionada a través de plaguicidas son fuentes frecuentes de contaminantes de los alimentos.

Los alimentos que entran en contacto directo con materiales de envasado que contienen sustancias tóxicas como el bisfenol A o los plásticos BPA pueden hacer que las sustancias químicas del material de envasado lleguen a los alimentos. Las fuentes de contaminación, como los humos del gasóleo de los camiones o los desinfectantes de las zonas de carga de los barcos, también pueden contaminar las superficies de los alimentos.

Bacterias, virus y parásitos

Además de la contaminación química, los contaminantes naturales como las bacterias, los virus y los parásitos suelen estar presentes en la superficie de los alimentos sin procesar. La contaminación con estos organismos puede producirse cuando los alimentos están en contacto con aguas residuales, manipulación humana o animales vivos. Algunos organismos comunes que se encuentran en las frutas y verduras son Toxoplasma gondii y Giardia gondii.

Metales pesados

Los metales pesados procedentes de fuentes de la cadena de suministro en determinadas zonas y sus alrededores también pueden contaminar los alimentos. Algunos metales como el mercurio, el cadmio y el plomo se usan con frecuencia en procesos industriales como la fundición. Estos metales pueden penetrar fácilmente en el suelo. En la parte inferior de la cadena alimentaria, las plantas suelen ser las primeras en entrar en contacto con estos metales.

Pesticidas

Cada año se añaden tres mil millones de kilogramos de plaguicidas de forma intencionada a las fuentes de alimentación de las plantas para evitar la destrucción de estos cultivos. Los residuos de plaguicidas suelen permanecer en las frutas y verduras y los consumidores pueden absorberlos fácilmente.

¿Qué es un agente de limpieza de frutas y verduras?

Un agente de limpieza de frutas y verduras es un producto de limpieza que ayuda a eliminar la suciedad, los pesticidas y otros materiales de las frutas y verduras antes de su consumo. Muchos productos comerciales contienen tensioactivos, agentes quelantes (piense en los aglutinantes para la eliminación de metales pesados) y antioxidantes. Estos compuestos pueden ayudar a eliminar los metales pesados del organismo o a romper las estructuras de los pesticidas.

Efectos de la contaminación de los alimentos en la salud

La aplicación de plaguicidas sigue siendo controvertida, a pesar de que los límites legales de residuos de plaguicidas sirven para proteger a los consumidores. Otros puntos de vista dicen que ninguna cantidad de residuos de plaguicidas resulta saludable y han correlacionado el consumo de plaguicidas no deseados con muchos estados/síntomas de enfermedades. Algunos estudios han vinculado el uso de estos productos químicos con la supresión del sistema inmunitario, los síntomas neurológicos, las alteraciones hormonales y los problemas de fertilidad.

El glifosato, un herbicida de uso frecuente, se ha vinculado a un aumento de la proliferación celular en los seres humanos. Este compuesto actúa inhibiendo una enzima llamada 5-EPSP sintasa en las plantas y las bacterias. Eso impide la utilización de aminoácidos para crear proteínas. Al no tener acceso a estas proteínas, las hierbas mueren.

En el cuerpo humano, muchas bacterias, tanto beneficiosas como dañinas, viven en el sistema gastrointestinal. Este conjunto de microorganismos se llama microbioma. Se ha demostrado que el glifosato disminuye el número de bacterias beneficiosas, mientras que las bacterias dañinas, como las especies de Clostridium y las cepas de Salmonella, parecen ser resistentes al producto químico. Los investigadores han señalado que el consumo de glifosato provoca disbiosis, lo que significa que hay más bacterias malas que buenas en el intestino. Algunos estudios han correlacionado la disbiosis con el aumento de metabolitos neurotóxicos; es decir, cosas que pueden afectar de forma negativa el cerebro y el sistema nervioso.

El BPA es un ingrediente habitual en los plásticos y polímeros. Hasta hace poco, los plásticos con BPA se usaban ampliamente como material de envasado. Este compuesto puede entrar en el organismo a través del consumo de alimentos y actuar como un alterador endocrino u hormonal. El BPA posee propiedades estrogénicas y androgénicas (piense en la familia de las hormonas de la testosterona), que pueden relacionarse con anormalidades reproductivas, supresión del sistema inmunológico y síntomas neurológicos. Los estudios también señalan que el BPA tiene propiedades de proliferación celular.

Los metales pesados procedentes de la contaminación pueden alterar la metabolómica en los seres humanos o muchas funciones fisiológicas. Los metales pesados reaccionan en el cuerpo, ya que con frecuencia contienen muy pocos electrones, o moléculas de energía, para ser estables. Por ello, estos metales les “roban” electrones a las células y a los tejidos humanos. Esta acción de “robo” produce estrés oxidativo, que puede deteriorar los tejidos y causar más problemas crónicos y sistemas de enfermedades. El mejor ejemplo de estrés oxidativo en la vida real es cuando se corta una manzana y se deja expuesta al aire. El aire normal oxida la manzana y hace que se vuelva marrón. Eso es precisamente lo que sucede dentro del organismo, pero en lugar de tornar las células o los tejidos de un color no deseado, los deteriora.

Los microorganismos o productos tóxicos también pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos, como el malestar estomacal o la “intoxicación por alimentos”. Organismos como los virus, las bacterias y los parásitos pueden contaminar los productos alimenticios. Los parásitos pueden estar presentes en los alimentos tanto en los países en desarrollo como en las sociedades modernas. Algunos estudios han demostrado que el Cryptosporidium, un parásito microscópico, ha estado presente en muestras de alimentos de lechuga y frijol mungo. La contaminación por Giardia se ha observado en los frijoles mungo, el eneldo, el rábano y las fresas. Algunas de estas fuentes proceden del suministro de agua.

¿Por qué hay que usar un agente de limpieza de frutas y verduras?

En el mercado existen algunos tipos de agentes de limpieza de frutas y verduras. Un ingrediente que puede aparecer en estos lavados es el aceite de romero. Este compuesto tiene propiedades antimicrobianas naturales. En los estudios realizados, la aplicación de aceite de romero ha eliminado con éxito bacterias, hongos y parásitos en diversas superficies.

Los gliceroles o glicerina son un compuesto con base de alcohol, normalmente inodoro y con un ligero sabor dulce. Este elemento de muchos lavados de frutas y verduras actúa como tensioactivo, lo que permite disolver los productos químicos. Los estudios han demostrado que el uso de soluciones a base de glicerina ha reducido los residuos de plaguicidas tópicos en un 50 %. También tiene propiedades antimicrobianas y se puede emplear con seguridad en medicina para tratar las heridas de las quemaduras.

Algunos agentes de limpieza también incluyen ascorbato de calcio u otros derivados de la vitamina C. Las frutas y verduras pueden absorber este aditivo, lo que aumenta su contenido de antioxidantes. Los antioxidantes son fundamentales para prevenir los daños que los contaminantes de los alimentos causan a las células y al organismo. Además, son fundamentales para muchas funciones fisiológicas del organismo. ¡Tiene muchas ventajas!

El limoneno es otro ingrediente habitual que se encuentra en los agentes de limpieza de frutas y verduras. Este aceite natural derivado de los cítricos se ha utilizado en la industria agrícola como sustituto de los pesticidas. Este aceite posee propiedades antimicrobianas, herbicidas y antioxidantes. También se emplea en la industria de las bebidas y los alimentos para aromatizar bebidas y diversos productos.

El ácido cítrico es un ingrediente que también se utiliza y tiene muchos usos extendidos en la industria alimentaria y otras ramas. Este aditivo, que es un antioxidante natural y un estabilizador de los alimentos, puede tener el beneficio doble de proteger contra los daños causados por la contaminación de los alimentos en el organismo y de conservar los alimentos y las verduras.

La sal marina es un agente antimicrobiano sencillo pero eficaz. Este condimento de uso común es una solución natural para eliminar las bacterias no deseadas. Rociar o bañar una bacteria u otro tipo de microbio con una solución que contenga sal hace que el agua salga del organismo. Al final, sin agua, el organismo muere. La sal funciona básicamente para protegernos de los microbios no deseados o de los productos microbianos tóxicos presentes en nuestros alimentos.

El caprililglucósido es un compuesto que también está presente en estos agentes de limpieza y actúa como tensioactivo para descomponer los elementos no deseados que no son muy solubles en agua. Uno de estos elementos son los residuos de pesticidas. Por lo general, los plaguicidas son a base de petróleo, lo que significa que son solubles en grasa y no en agua. Los tensioactivos pueden ayudar a descomponer estos compuestos difíciles de metabolizar.

El aceite de girasol se encuentra en algunas fórmulas de agentes de limpieza de frutas y verduras. Se ha dicho que este compuesto de origen natural contiene antioxidantes, agentes antimicrobianos y propiedades que contribuyen a mantener unos niveles inflamatorios saludables. En los estudios, En los estudios, la aplicación de este aceite en las heridas ha presentado mejores respuestas que las soluciones comerciales. Además, se ha demostrado que este compuesto posee propiedades antimicrobianas contra ciertas especies de bacterias y levaduras.

Conclusiones

Los contaminantes de los alimentos se encuentran presentes ampliamente en muchas frutas y verduras que consumimos. Estos contaminantes, incluidos los microbios, los metales pesados, los pesticidas y los plásticos, no son convenientes y pueden tener efectos adversos en nuestra salud. Por suerte, algunos productos como los agentes de limpieza de frutas y verduras facilitan la eliminación de estos contaminantes no deseados.

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